Luego de saberse los
resultados de las elecciones presidenciales de este año un grupo de personas
que se dejaron arrastrar por sus pasiones empezaron a descalificar a esos más
de 8 millones de electores que dieron su voto por el presidente Hugo Chávez. El
insulto que ganó por mayoría fue el “ignorantes”. Yo estoy en una lucha
personal campal que me carcome el cerebro. Yo no sé si llamarlos ignorantes o
no. Principalmente porque no quiero y no tengo los ánimos como para formar
parte de esa romería de individuos que se exaltan y empiezan a insultar al
bando que dio como ganador a Chávez.
Pero
es cuando me hago la siguiente pregunta y me disculpan la expresión, pero soy
humano y creo que una de las mejores formas de drenar plenamente es soltando
groserías (no es lo mismo que insultar) ¡Coño, ¿Cómo no los voy a llamar
ignorantes, no ven la realidad que yo veo?! ¿Viven en Narnia acaso? En mis
cuatro dedos de frente no cabe que ellos no padezcan los cortes eléctricos
diarios, la falta de agua en forma periódica. Cosas que son básicas en la vida
de cualquier ser humano. ¿Ellos no sufren la delincuencia que nos azota a
todos, todos los venezolanos? Para poner un simple y reciente ejemplo: durante
este fin de semana que pasó, mientras elegíamos al nuevo presidente de la
República murieron en manos del hampa 40 carabobeños y en lo que va de octubre
han ingresado en la morgue de Bello Monte 135 cadáveres. ¿No lo ven, no lo
sienten? Sin contar la calidad de la educación, la asistencia hospitalaria, la
vialidad y el cadáver insepulto que hoy día es la economía venezolana, cada día
se pudre más. Parece inminente que para el 2013 el Bolívar sufra una
devaluación. Sigo preguntando ¿No lo ven, no leen periódicos? ¿Será que tengo
que explicárselos con manzanas o hacerles una presentación en Power Point?
Quizás, es que esos más de 6 millones de personas que votamos por el progreso y
que nos cansamos de esta realidad, somos locos, nos imaginamos las cosas. Debe
ser eso.
Entonces, ¿Cómo no llamarlos
ignorantes? Yo dudo y digo que es imposible que ignoren todo esto. Por lo tanto
no son ignorantes. Pero una parte de mí insiste que sí son ignorantes ¿Ven mi
diatriba interna? Entonces yo creo que son y no lo son. Porque me aferro a la
frase del gran Uslar Pietri que en una entrevista soltó tan fascinante expresión
que hoy por hoy define todo lo que pasa y lo que siento: “No hay peor ignorante
que aquel que sabe que ignora”. Por lo tanto los chavistas no ignoran la
realidad, pero la ignoran por el sesgo que les produce la esperanza que les da
su ídolo de barro que es Hugo Chávez. Yo creo entonces, que lo mejor que me
puede pasar es que un chavista me explique. Les juro por estos 62 kg que me
cuestan mantener a punta de ejercicios y dietas eternas que necesito que uno de
ellos me explique.
Nota: se me acaba de ir la
luz en estos momentos. A las 8:24 pm del 9 de octubre del 2012… ¡QUE VIVAN ESOS
8 MILLONES QUE VOTARON POR ÉL, CARAJO!
Bueno. Quizás una de las
razones por la que el Presidente seguirá siendo Presidente es porque su pueblo
piensa como los animales. Sí, así de simple. Ellos piensan en el ahora, en el
momento, en sobrevivir, no en vivir. Piensan con hambre. Tienen miedo a que si
el comandante deja el poder ya no podrán recibir eso que ellos llaman mercado
cada fin de mes. Ya que eso es lo único tangible que poseen, esporádico, pero
tangible. Ya que la señora que grita a todo pulmón, llorando que ama a Chávez
durante sus concentraciones y dice que él se ocupó de los pobres y les hizo
creer que ser pobre es un motivo de orgullo era pobre en el 98, 14 años después
sigue siendo pobre y les juro por los 62 kg que seguirá siendo pobre en el 2019
si es que el hampa no la arrastra en su estela de muerte primero.
Para finalizar este
segmento, les quiero citar un extracto del artículo publicado por Fausto Masó
en El Nacional titulado “¿Ganamos? No, ¡perdimos!” a aquellos que llaman a todo
chavista ignorante y por lo visto me incluyo en ese grupo así no quiera, pues
sigo en la lucha: “Si una partida de ignorantes le ganan a los cultos, los
educados, los decentes, es porque estos no son tan cultos ni tan educados”.
Nota: aproximadamente hace 5
minutos me llegó la luz, pero como se fue en otro sector me quedé sin cable.
Luego
de la derrota
La mayoría ha hablado, esto
es democracia. Confío plenamente en el CNE, meto las manos en fuego por Tibisay
Lucena que me parece un Osito Cariñosito humano y me provoca adoptarla,
acariciarla, alimentarla y sacarla a pasear. Por lo tanto hay que respetar los
resultados y la decisión de aquellos que determinaron el curso de la historia
venezolana por los siguientes 6 años. Pues los vencedores escriben la historia
y los perdedores se dedican a estudiar las enciclopedias históricas en las
aulas de clases.
El país no se acabó el
domingo, la unidad no se desmembró, creció. Hoy día, más que nunca la oposición
venezolana está más fuerte, saludable. Ha madurado, es calculadora, piensa dos
veces antes de actuar. Por esas razones nunca los dirigentes de la MUD iban a
cantar fraude, porque también no lo hubo. Jamás se van a mostrar derrotados,
saben aprender hasta de las malas experiencias. Así deberíamos hacerlo todos. Desde
la comodidad de mi casa, con mis casi extintas nalgas aplastadas en la silla no
apoyo un futuro referéndum revocatorio, no creo que pidan uno. Eso sería
muestra de desespero, de inmadurez. Ya todos sabemos como era la oposición hace
unos 10 años. Una cosa sin cabeza, sin forma, sin pies. Algo sin vida pero que
respiraba. Ni la sobra de lo que hoy es.
Hoy los venezolanos que
pensamos a futuro, los progresistas, no estamos solos, somos millones, somos
una familia gigante. Lo mejor de todo es que ya tenemos un líder, alguien que
nos represente, Henrique Capriles Radonski. El flaquito es el resultado de
estos 14 años de lucha, de sangre, de dolor, de desespero. Recuerde que del
odio nace el amor, la paz viene de la guerra, antes de que un niño llegue al
mundo su madre sufrió dolores inimaginables. Capriles es el resultado de toda
esta revolución amorfa e incongruente. Con esto no quiero decir que hagamos de
él nuestro mesías, no por favor, no seamos tan chavistas en la vida. No
cometamos el error de los oficialistas, ellos convirtieron a Chávez en su
cabeza, sin él ellos no funcionan. Nosotros, sin Capriles podemos seguir adelante,
somos independientes. Somos libres pensadores. Demócratas. Por lo tanto no lo
convirtamos en catalizador de nuestras vidas, él simplemente es una opción que
hasta ahora nos ha ayudado en demasía gratificante.
Digo todo esto porque aún
hay un camino, hay esperanzas, Henrique nos ayudó a trazarlo, él solo no lo
hizo. Ustedes que creen en entes divinos y esas cuestiones de magia y amigos
imaginarios. Supongamos que Dios tenía un plan para él y en ese proyecto no
estaba contemplado ganar la presidencia, era otro y lo logró: entrelazarnos con
eslabones de acero y hacernos cada vez más fuertes. Somos una gran masa bien
constituida con bases sólidas gracias a la visión de futuro y esperanza que
logró Henrique Capriles Radonski.
Para finalizar quiero
recordar que el camino, el cambio viene de nosotros mismos, todo comienza en
casa, en el corazón, en la mente. Si no ponemos de nuestra parte, ni Capriles
podría sacarnos del hueco donde estamos. Este país tiene que evolucionar,
nosotros debemos hacerlo y más temprano que tarde, viviremos mejor y hasta
nuevo presidente tendremos. Pues Venezuela tiene que calarse por 6 años más al
que te conté por la simple razón de que cada país tiene el presidente que se
merece.
¿Cuándo yo sabré que hemos
progresado?
A)
Cuando al sacar a pasear a su perro usted se
lleve una bolsita para recoger las necesidades sólidas de su mascota. Mientras
no lo haga, la plasta es usted.
B)
Cuando la gente abra el periódico y en vez de
enfocarse en el horóscopo, lea de primero y con atención las noticias nacionales
e internacionales. Incluso, cuando los mismos rotativos dejen de gastar tinta
publicando ese tipo de estupideces.
C)
Cuando una empresa privada se le ocurra
sembrar expendedores de periódicos automáticos en la calle y usted no le rompa
el vidrio para llevárselos en vez de pagar lo que vale.
D)
Cuando usted me insulte citando a Nietzsche y
no con las groserías más grotescas y rimbombantes que le pasen por su vetusta
cabeza.
E)
Cuando los libros dejen de ser un lujo y se
conviertan en algo básico y al alcance de todos.
F)
Quizás cuando Madonna y Lady Gaga vengan al
país.
Luego
de cumplir estos y muchos otros requisitos, diré “Marico, vamos por buen
camino”.
Por
ahora, seguir luchando desde nuestras respectivas trincheras con altura,
elocuencia e inteligencia mientras pase este matrimonio obligado con Hugo…
Pensándolo bien, creo que tendré que celebrar cada 14 de febrero con Chávez,
porque después de mi papá es el hombre más constante en mi vida.
Mientras
tanto, Venezuela sigue siendo el país que se ahoga en petróleo y hace de sus
reinas de belleza su único salvavidas.