Hace algunas lunas en el salón de clases casi me crucifican, porque dije que la televisión no tiene toda la culpa que el carajito sea un blando de mente, la culpa también es de sus padres, pues, no lo educaron de una manera correcta y que también depende de la personalidad del individuo. Cuando digo que me querían crucificar, azotar, torturarme, hacer que viera una cadena maratónica de el que te conté, etc. Lo digo con toda la credibilidad que se le debe tener a un mitómano por convicción. Bueno, un pequeño grupo me daba la razón, la mayoría estaba planeando construir una bomba atómica y ponerla en mi pupitre y otro pequeño grupo eran los Ní-Ní, entre ellos cuanto a mi profesora.
A continuación expongo mi ídea...
Mí tesis es tan sencilla: No es culpa de la televisión, es que su hijo es un pánfilo y usted un mal padre. Así de sencillo. Yo me baso es mí tesis, la que hice para graduarme de bachiller y porque yo soy un ejemplo de lo contrario de ello. Mi mamá me cuenta que yo nunca tomé modelos de la tv y tampoco mi hermana, le creo. Yo que estoy atravesando "la dura etapa de la adolescencia" tampoco veo que mi personalidad vaya de la mano con lo que veo. Pero por desgracia muchas otras personas que al igual que yo pasan por esta etapa, se creen todo lo que ven. Ellos creen que porque les están creciendo pelos en las axilas eso es un estigma y se encierran en su mundo. De verdad pienso que es un tiempo mal gastado, mientras unos lloran por su "obesidad" yo feliz de la vida atragantado de cuanta porquería me encuentre, mientras unos se encierran en sus cuartos a escuchar Ricardo Arjona porque el macho o la hembra los dejó, yo canto Carnaval de Celia Cruz y mientras otros piensan que la vida les dá la espalda, yo a la vida le agarro una nalga y ya pues. Así es mi vida.
Bueno, hay grupo de personas que no tienen oficio o que son insatisfechos sexuales que se pasan pegando alaridos diciendo que hoy día la sociedada está en decadencia por culpa de la tv. ¿Saben qué? En vez de gastar el tiempo protestando vayan y compartan con su hijo y vea que programación él sintoniza. O no sé, vaya y vea si el gallo puso, pongase hacer arepas, limpie la casa o lo que mejor le parezca, pero deje de jorobar. A mí no me vengan con el cuento que los niños son unas esponjas y absorben todo lo que ven, claro que es verdad. Pero usted está ahí para guiarlo y explicarle las cosas. Muchos padres que cuando están juntos con sus hijos viendo televisión y pasan una escena de sexo, casi que les dá un ACV y mandan a sus hijos fuera de la habitación o cambian rápido de canal... Ay sí, puros y castos, condenan ese tipo de comportamientos, pero como les gusta ponerlo en práctica. Lo que tienen que hacer es dejarlo puesto (sí no es muy explicito) y explicarle a sus hijos que es eso. Si se crea este tipo de comportamientos el niño sabrá que es lo que vé y dará muestras de madurez.
Disculpenme, pero yo acepto que un niño de cinco años imite. Pero ¿Un tarajallo con pelos... en la rodilla? No, que vá. Ha esos hay que enterrarlos boca abajo y todos somos felices. Yo no entiendo como se pueden dejar llevar por programas que rayan lo ridículo como por ejemplo: Somos Tu y Yo, solo por citar uno de miles ejemplos... (Disculpen el vocabulario) ¡Que vaina tan mala, pobre y mediocre!... En esa serie, los tipos (no vayan a creer que tenían 15, 16, 17... La mayoría pasaba de los 18 y algunos 20 y pico, ya la mujeres presentaban problemas de menopausia y los hombres ya se estaban haciendo examenes de próstata)... Bueno, como iba diciendo, como que todos eran huerfanos, no ví a ningún padre, de vaina una tía. Todos vivian solos o en comunidad... ¡Ah! otra pregunta ¿En qué momento estudiaban? Se la pasaban en una escuela, universidad, conservatorio, que sé yo y nunca los ví estudiando. Se la pasaban "cantando". Esa es otra cosa, se podían contar con los dedos de una mano quienes eran los que de verdad cantaban... y por último no ví unos 15 años tan largos, bueno esos quince duraron dos temporadas y faltaba aún la hora loca y picar la torta. Esa serie es una de tantos ejemplos. Pero a pesar que la serie haya sido el peor cáncer de la tv, no es culpa de ella ¡Es la de los pendejos que la veían y hacian colas como idiotas para ver el concierto!
Para culminar recalco que todo empieza por casa, si usted abandona a su hijo y no lo educa para que vea de una manera crítica la programación televisiva, va a terminar en las autopistas vendiendo pendones de Somos Tu y Yo.
Hasta la vista, tengo cita con el psiquiatra... No se les olvide... ¡Ha Cantinflear con Fundamento!
¡Viva la pepa!
