miércoles, 15 de diciembre de 2010

Encuentro cercano del tercer tipo con "Yo"

             La casa estaba sola, nadie quedaba solo mi insignificante y estúpida existencia. Fui a la cocina a prepararme un café, mayúsculo fue mí espanto al ver que el café disponible en la alacena era café Casa ese el de Pdval y no Fama de América. Ya me había olvidado que la habían expropiado. Cosas que pasan en este país, te acuestas a dormir y te levantas con constitución, bandera, escudo, mujer, casa nueva, todo nuevo. Gajes del vivir en este país.

             Refunfuñando me hice el café y como si estuviera chupando tamarindo me lo tomé. Seguido a esto encendí un cigarro y me senté en la sala, frente a mí inmensa humanidad estaba un espejo, el típico espejo de sala que se cala los insultos de la gente que como se ensució la ropa ante los 15 años, trata de limpiarse frente a él. 

             Ya adormitando estaba cuando escucho que una voz, muy, pero muy familiar me llama por mí primer y segundo nombre. Raro porque mis amigos me llaman Carmona y familiares "Sema". Abro los ojos buscando a quien me reclama pero no veo a nadie, yo estaba en la sala con Soledad Bravo y Ausencio Olvido, nadie más. Meditando me quedo y cuando este par de ojitos negro de contrabando se quieren cerrar otra vez escucho un grito que decía "¡despiértate maldita morsa!"

             Me levanto tan rápido como puedo y entre atontado y asustado empiezo a buscar quien me llama. No consigo a nadie. Pero es que la voz era tan real y tan conocida que me costaba decir que era producto del sueño. Me vuelvo a sentar en el mueble, pero esta vez sin nada de sueño. Pasan pocos minutos y ya me estaba volviendo a dormir cuando de repente veo que algo se mueve frente a mí. Mis ojos se abren como un relámpago y trato de darle crédito a lo que estoy viendo. Esa "cosa" que yo veía  que se movía frente a mí: Era yo. Si yo, mí reflejo en el espejo se movía mientras yo estaba inmóvil muerto de miedo en el sofá. Me quería como morir, quería como pintar un bosque y perderme.

             Como pude me levanto del sofá y voy corriendo a mí cuarto. Pero me detengo de inmediato como "yo" me da la voz de alto. El miedo era tanto que todo se me arrugó y se me puso chiquito. Respiré profundo y poco a poco me fui de retroceso hasta quedar frente de "yo". Cuando me dispuse a ver detrás del espejo para ver si era algún truco "yo" me dijo: "No me toques que me pones aguado". Enseguida solté el espejo y perplejo caí sentado al sofá.

             El resto fue un breve monólogo de "yo" y el público asistente era yo.

             "YO": ¿Estás asustado? me lo imagino porque con este cuerpo de dimensiones nada agraciadas no debe ser fácil entablar una conversación. Chico, desde hace tiempo he querido hablar contigo. El primer punto que quiero tocar es ¿qué tanto te miras a el espejo después que te bañas? chamo, que maldita maña. Como si fueras bello. Duras rato viéndote y admirando los perfiles de tu cara, porque en cuanto a tu cuerpo dudo que perfiles se logren ver. Lo que me llama la atención es tu filiación a tus labios, es verdad que los tienes "carnosos" pero no eres el único en este mundo que los tiene así. Deja el narcicismo, eso es malo. Es que ni bonitos los tienes, eres el propio negro bembón que vende coquitos a orilla de playa.

             Otra cosa que te quiero pedir, es que por el amor a Dios deja de meterte en el baño a cantar. ¿No te das cuenta que el baño es muy pequeño y que la resonancia de tu voz me aturde? podrás ser tenor y todo lo que te de la gana, pero esas desafinadas que echas no son nada normales, ya los tímpanos no me sirven. Yo siendo tú me quedo estudiando comunicación social porque como cantante te mueres de hambre. Tanto que criticas a Víctor Drija y eres otro que no sabe cantar.

             También te quiero decir que vamos a ver si cambias de ropa, no tanto que la repitas, es que es ropa de viejo de asilo o la ropa que utilizan los que salen de Hogares Crea. Por Dios, te crees la reencarnación de Titina Penzini y siempre te vistes igual, no sales de una chemise. ¿Sabías que venden más ropa que no sean chemises? por los clavos de Cristo #EstoyHablandoComoElGordoDeLaBombaYEsoMeAsusta. También te quiero pedir que cuando tú mamá compre cremas anti-arrugas, hidratantes, exfoliadoras, entre otras. Deja de echártelas tú, no llegas a los 20 años y tienes más cremas y tratamientos en esa cara que Cher. Lo único que agradezco de ese ataque de juventud prematura es que el acné se fue... Ah... Otra cosa, vamos a ver ti te afeitas la barba, porque por dos pelagatos te hayan dicho que te queda "bien" no quiere decir que serás el nuevo Jhonny Depp. Para eso existen las afeitadoras desechables. Si te afeitas le harías un favor a la humanidad y así evitarás que la sanidad te haga una visita. Y vamos a ver si dejas de...

             Una luz segadora me perturbaba la mirada. El frío me invadía y por segundos pensé que me habían secuestrado los extraterrestres. Cuando volteo mí cabeza a la izquierda veo a mí mamá llorando a moco suelto y mí papá abrazándola. ¡Estaba en el hospital! 

             Lo que pasa es que cuando me tomé el café Casa me intoxiqué y debido a esto se me inflamó la tráquea y la laringe, entonces el oxigeno no subió al cerebro y me desmayé. Por lo tanto aluciné por varios minutos y me imaginé todo lo anterior. Así como cuando Alicia se metió su porro y se imaginó su país de las maravillas  o como cuando Simón Bolívar tuvo su ataque epiléptico y escribió su "Delirio en el Chimborazo", bueno, así.

             Confesión: Ahora voy al gimnasio, compro otro estilo de ropa, me afeito cada dos días, tomo clases de canto, no presumo tanto de mis labios y ya no tomo café de ningún tipo. Solo lamo sapos y consumo hongos.

¡VIVA LA PEPA!

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