viernes, 8 de octubre de 2010

Una historia digna de "Necesito una Amiga"

 Todo era tan bello, tan hermoso, tan "cuchi", tan fresa, tan TODO. A él no le importaba esperarla por más de media hora, aguantándose al ogro con hemorroides que tiene por suegro. Cuando esa mujer salía, bueno pues, parecía que hubiera visto a Angelina Jolie como Dios la trajo a el mundo. El ogro los acompañaba hasta la puerta de la casa y le leía la cartilla de buena conducta al muchacho sobresaltado, pero él no le paraba pelotas, lo que estaba pendiente era de su hermosa Afrodita que a pesar de tener un ojo que cuando ella se alteraba se le iba para otra dirección y tenía más encia que dientes, él la amaba.
 Al llegar al sitio acordado con anterioridad, él muy cortésmente le abría la puerta del carro, la ayudaba a salir y blah, blah, blah... Pues todo era paz y amor.

 Cuando se casaron, ella se puso el vestido que su mamá usó cuando se casó con su papá, la fiesta fue en el patio de la casa y celebraron con mondongo y bolitas de sardina como pasapalos principales. El tío Juancho se metió una depresión etílica tan grande que se orinó encima y vomitó a la mamá del muchacho... Pero igual, él no le paró, estaba pendiente de su Venus.
 De luna de miel se fueron  a Cumarebo unos días, para luego irse a vivir a una pieza que le hicieron arriba de la casa de los suegros... a pesar de esto él la amaba.


 ...10 años después...

 Ya nada es tan bello como antes. Ahora ella no se puede tardar más de cinco minutos para arreglarse, pues, arranca el carro y se va dejándola como novia de pueblo, ahora cuando ella sale a su encuentro no se parece a Angelina Jolie, se parece a la Tigresa Del Oriente en toples, nauseas le provoca, eso se parece un domingo llanero: mondongo, chinchurria y pellejo. Ahora ella no le importa que él esté ahí cuando suelta una bomba atómica que lo deja loco, es la peste del siglo cada vez que lo hace, ya los pulmones están preparados para cualquier ataque tóxico que venga por ahí.

 Mentalmente él no está preparado, cuando su mujer en pantaletas se pasea por la casa. Él quiere salir con sus amigos, pero ella no lo deja, no le permite las visitas, es además un esclavo sexual de esa osa. Ya ni el viagra lo ayuda, marchito lo tiene.

 Cuando le provoca comer arepa de teretere a las diez de la noche, ese pobre hombre tiene que recorrer media ciudad buscándola y si no encuentra la arepa con su respectivo medio litro de chocolate, no entra a la casa. Tiene que pedirle asilo al suegro que se ríe mientras le tiende una sábana en el mueble de la sala.

Muchas veces a pensado quitarse la vida, pero sabe que si lo hace Tronchatoro no le parará y se meterá a vivir con el chino dueño de la bodega de la esquina. Él sabe que ellos se entienden entre sábanas, pero por miedo no la confronta. Muchas veces se pregunta ¿qué hicimos? Pero respuesta no haya. Para más colmo, él tiene que ir a pedirle al chino que despate la cañería de la casa, pues, también a la plomería le mete y es el plomero de cabecera de su esposa y cuando él los deja solos en la casa el chino le dice: "No se apule en venil señol, esa cañelia está dula, hay que dale con mucha fuelza y esmelo" Mientras una sonrisa se dibuja en su cara.

 Así el pobre hombre se va al trabajo humillado por su esposa, lo chismes de la vecinas y la sínica sonrisa del suegro disponiéndose de él deseándole un buen día.

 Señores, me despido, luego de haber mostrado esta triste historia que le paso al amigo, de un primo, de la hermana, de mí amigo...

¡Viva la pepa!                           

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