sábado, 30 de octubre de 2010

A falta de Miss Chocozuela


     Escarcha, plumas, brillo, lentejuelas y locas sobraban en la noche más linda de Venezuela. ¿Por dónde comenzar? Bueno... Por el comienzo. Por más que me duela y así venda el alma por Kiara tengo que decir la verdad verdadera, porque me encanta esa mujer y si tuviera 30 años más me voy a Caracas a echarle los perros... Pero bueno, el opening gustó un poco, pues capté la intención, pero parecía que estuviera escuchando la cuña de Sifrinitas. Además su look se asemejaba a la Escarlata del futuro. Cuando hizo su segunda aparición si gustó más porque era ella, KIARA. Voy a demandar al cubanito de oro Joaquín Riviera, porque él no piensa en mí salud mental. No le bastó con meter al cantante/actor/bailarín/albañil/peluquero/repostero/manicurista del Víctor Drija en la Gala de la Belleza sino que integró al grupo de artistas del Miss Venezuela a Chino y Nacho... ¿Hasta cuando?... Ya me tienen el gorro lleno, salen hasta en la sopa de fideos, las mujeres se quitan su toalla sanitaria y está la cara del chino ensangrentada... Eso es lo que falta, fin de mundo, fin de mundo. Luego de esto, vinieron las muchachonas, la mayoría estaba como Dios manda, como me las recomendó el doctor y otras que mejor no digo nada. Hubieron algunas, creo que dos que trastabillaron en ese escenario, bueno... Una de ellas se destrozó el alma cuando se cayó, yo creo que quedó sin rodillas, tuvo que hacer un curso para levantarse de nuevo. Gajes del oficio.


     Después de todo esto apareció Maite, esa mujer con los años se pone mejor. Exelente animadora, ella es estampa de una verdadera animadora venezolana... Bueno, luego de esta adulación que me cansó prosigo... Al encuentro con ella fueron Viviana Gibelli y Chiquinquirá Delgado. En cuanto a Viviana, era un mar de lágrimas, eso parecía una novela mexicana, llorar por acá y llorar por allá. Ella junto a Leonardo Villalobos y Franklin Virgüez llenan el Guri en caso de otra sequía inventada con sus llantos. De Chiquinquirá no puedo decir mucho, sólo estuve pendiente de su retaguardia, que le salía de la nuca y terminaba en sus tobillos. Y la guinda para esta torta fue Boris Izaguirre, que después de su desfile inaugural que no podía faltar, los de producción tuvieron que mandar a recoger las plumas y así hacer las almohadas para el público que tuvo que calarse casi cuatro horas y media de feminidad en su máxima expresión.  Y en conjunto los cuatro animadores se asemejaban a una reunión de comadres que tenían años sin verse y cada uno le jalaba mecate al otro como mejor podían. Todos preocupados por Viviana, porque pensaban que se le iba a ir los puntos, esa mujer no tiene ni un mes de haber dado a luz y de paso soplan por ahí que ya quiere tener otro. Que sabroso es tener una escalera de sutes cuando tienes una enfermera para  cada uno y de vaina los ves, en sus cumpleaños y navidad de chiripa. 



     Quisiera hacer un espacio para hacer la siguiente pregunta ¿Basta con ser "dama de sociedad" para pertenecer al jurado del Miss Vzla? Esa señora que salió ahí tenía una cara como de que "sáquenme de esta #$%&!".


     Señores, Lila Morillo como que duermen en formol... ¿Cómo una mujer de 70 años puede estar así? La boca de Lila me daba risa es tan chiquita, pareciera que estuviera chupando limón. Bueno, El Puma tenía buena mano, definitivamente.

     Yéndome hacia la parte del traje de gala, quiero acotar que fue la parte más aburrida del show. No tanto por las mujeres sino por las descripciones de los vestidos. Eso era igual cuando por la radio ponen el poema "Las 12 Uvas del Tiempo" pues, de muerte lenta. Que si bajaba en cascada, las flores, los cristales, la seda, el papel bond, María Conchita Alonso, blah, blah, blah... Yo no soy conocedor de la moda, pero esos trajes era dignos de un carnaval, estaban muy recargados, Lady GaGa es la mata de la sencillez delante esos trajes. Nos gustar para nada. Hubo una que estaba vestida como un plumero de esos que usan las señoras de servicio para sacudir, bueno, esa de vainilla podía caminar... Pensaba para hacerlo, pero su sufrimiento fue mayor cuando le dieron un premio, ella lloró, no por la emoción, sino porque tenía que caminar de nuevo con el vestido, que se veía que pesaba más que conciencia de veterano de guerra. 

     He aquí la Miss Venezuela 2010



     Sin más nada que acotar me despido, creo que publicaré otra entrada sobre el tema que quedó pendiente, pero no se enfocará en el certamen como tal, sino en otras cosas, es como un análisis del Miss Venezuela. Bueno, chaito, se me quema la lumpia, se me quema el arroz.

¡VIVA LA PEPA!

1 comentario:

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